El Castillo de San Marcos acogerá los Encuentros de La Sal y El Estero
El Castillo de San Marcos, podemos decir, es el decano de los edificios de la ciudad. Sus orígenes se remontan al siglo X, cuando la Península Ibérica estaba ocupada por pueblos procedentes del norte de África que profesaban la religión musulmana. La primitiva construcción fue una antigua mezquita que pertenecía a la aldea de Alcanatir o Alcanate.
En 1256, Alcanatir fue ocupada por las tropas castellanas comandadas por Alfonso X. Éste vio las posibilidades geo-estratégicas de la aldea, situada a la desembocadura del Guadalete, e inició una serie de cambios en la mezquita para transformarla en un santuario fortaleza, que defendiera la desembocadura del Guadalete. Recalzó muros, levantó nuevas torres, aumento el aforo del templo a costa del patio de la mezquita; el alminar pasó a ser torre del homenaje y, además, cambió la orientación del culto del Este, donde se encuentra el mihrab, al Norte, donde se encuentra la capilla mayor.
En la época que perteneció a la casa de los duques de Medinaceli (desde el siglo XIV y hasta el siglo XVIII). El castillo tuvo alcaide y fue sede del ayuntamiento de El Puerto hasta 1729, en que la ciudad se incorporó a la Corona española.
Durante el siglo XIX, al igual que otros edificios notables, fue reconvertido en casa de vecinos y sirvió para el almacenamiento de aceites y vinos. La peculiaridad del edificio y su identificación con la ciudad lo hicieron escenario de la novela Un servilón y un liberalito, de la escritora Cecilia Böhl de Faber, conocida por su pseudónimo literario: Fernán Caballero.
En 1920 fue declarado Monumento Histórico Nacional (actualmente Bien de Interés Cultural) por sus indudables valores históricos y artísticos. Unos años más tarde, en la década de los cuarenta, el Castillo fue rehabilitado para lo cual se llevo a cabo una profunda reinterpretación del mismo que conllevo la demolición de algunas zonas y la reconstrucción parcial de otras. Esta intervención ha sido la que finalmente ha perpetuado la imagen que actualmente podemos ver.
A pesar del tiempo transcurrido desde su construcción, once siglos, y de las trasformaciones a las que ha sido sometido, el Castillo de San Marcos sigue siendo el gran referente del casco histórico de El Puerto y una de las claves para entender el desarrollo de la Historia de El Puerto de Santa María.
Miguel-Ángel Caballero Sánchez